Yo es un hombre joven y fuerte, pero con habilidades mentales limitadas. Dice tener quince años aunque parece tener bastantes más. Vive y trabaja en el restaurante de su mamá a un costado de la autopista. Yo quiere mucho a su mamá pero odia al hombre que duerme con ella. Un día conoce a Elena, una niña de once años que cambiará su vida por siempre.
«Con Yo, Meyer sugiere que la mirada es la perversa; los hallazgos sentimentales de Yo se difuminan entre los prejuicios y la monotonía, ávida de fenómenos para la exhibición. Entre el drama rural, la educación sentimental y el tremendismo minimalista, Yo trasciende el tema de la discapacidad mental y alcanza esas zonas donde se preserva o pierde la inocencia».
– Carlos Ramon Morales: Distintas Latitutdes
«La película dialoga con el espectador en temas tan esenciales como la familia o las relaciones humanas. Las tensiones que se van detectando a medida que avanza su metraje, en especial con el hombre que convive con su madre, quien dedica parte de su tiempo a discriminarlo, auguran la posibilidad de algún peligroso destino para el filme».
– José Luis García: Cinestel
«La película es fuerte por los elementos de discriminación que describe y precisamente por eso nos lleva en línea recta a la reflexión, provocando en el espectador efectos variados pero constantes».
– Héctor Trejo S: Driario Crítica