María es una niña que busca refugio en una misteriosa casona del sur de Chile, tras escapar de una secta de fanáticos religiosos alemanes. Allí es acogida por dos cerdos, únicos habitantes del lugar. Como en un sueño, el universo de la casa reacciona a los sentimientos de María. Los animales se transforman lentamente en humanos, y la casa en un mundo pesadillesco. Realizada en stop-motion e inspirada en el caso de la Colonia Dignidad –un centro de tortura en la época de Pinochet–, «La Casa Lobo» aparenta ser un cuento de hadas animado producido por el líder de la secta para adoctrinar a sus seguidores, resultando en un oscuro universo de referentes góticos y horror psicológico.
« La Casa Lobo explora la propia idea de hogar, de familia, como algo perverso y al mismo tiempo acogedor, un lugar necesario al que volver siempre, pero en el que se esconden y nacen nuestros miedos más profundos. En todo caso, y más allá de interpretaciones psicoanalíticas, la película es un ejercicio magistral de construcción y exploración cinematográfica de un espacio, que a la velocidad del stop-motion, no deja nunca de mutar, y que es mucho más que un escenario en el que albergar la trama. Aquí, los personajes y la casa son un todo, la casa es personaje, los personajes son el hogar, y todo ello es al mismo tiempo el proceso de documentación del proceso de realización de la película, que no solo no esconde, sino que evidencia, la manipulación manual de los espacios, las figuras, y los dibujos. La película contiene además un aterrador viaje hacia una suerte de realismo perverso, que más aterrador es conforme más se acerca a una representación realista o veraz. Es esa tensión de lo real como algo terrorífico lo que habita en el corazón de La Casa Lobo. Lo terrorífico no es solo ese hogar perverso, sino la forma en la que ese hogar y sus habitantes se parecen cada vez más a los humanos que los crearon y a los que los contemplan. En ese viaje hacia el realismo, los personajes de La Casa Lobo se convierten en seres más extraños, más oscuros, más siniestros. Más nosotros que nosotros mismos..»
– Gonzalo de Pedro: Otros Cines España
«Cada imagen de su película visualmente asombrosa y horrorosa (. . .) La película explora, de manera visceral, cómo una cosa puede transformarse en otra a través de un proceso muy fluido, convirtiendo cualquier momento en un rincón oscuro”.
– The New York Times
“Un viaje al submundo de las fantasías (pesadillas) más oscuras concebido con una creatividad apabullante”.
– Otros cines
“La casa lobo nos regala una animación que cruza la línea entre lo bello y lo grotesco”.
– Screen International
“Un ejercicio hipnótico donde lo que se discute en última instancia es la propia consistencia de la imagen, del cine”.
– El Mundo
«La casa lobo ofrece una experiencia inquietante».
– The Hollywood Reporter