HARD TO BE A GOD

dir. Aleksei German

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Sinopsis

Un grupo de investigadores es enviado al planeta Arkanar, estancado en una extraterrestre Edad Media. Allí, todo sabio o artista, incluso todo aquel que sepa leer o escribir, es sometido y aniquilado. Don Rumata, impotente ante los mecanismos de represión que embrutecen el reino, es uno de los antropólogos que trabajan de incógnito, un aristócrata y prohombre de quien se cuentan hazañas milagrosas y quien es tomado por los habitantes de Arkanar como una suerte de dios futurista. Rompiendo el pacto de no intervención en los acontecimientos del planeta, Don Rumata intentará salvar a pensadores y artistas de la miseria que les aguarda.

Director / Aleksei German Guión / Svetlana Karmalita, Aleksei German Adaptación de la novela homónima escrita por Boris y Arkady Strugatsky Dirección de fotografía / Vladimir Ilyin, Yuri Klimenko Diseño de producción / Sergei Kokovkin, Georgi Kropachev, E. Zhukova Vestuario / Yekaterina Shapkaitz Maquillaje / Olga Izvekova, N. Ratkevich Música / V. Lebedev Sonido / N. Astakhov Editores / Irina Gorokhovskaya, Maria Amosova, Yevgeny Pritzker Gerente de producción / Marina Dovladbegyan Productores / Viktor Izvekov, Rushan Nasibulin Compañías productoras / Studio Sever, Russia 1 TV Channel Reparto / Leonid Yarmolnik, Aleksandr Chutko, Yuriy Tsurilo, Evgeniy Gerchakov, Natalia Moteva

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Ficción, 170 min.

Aleksei German

Leningrado, 1938–2013. Guionista y director. Estudió con Grigori Kozintsev hasta 1960 para después pasar a trabajar en teatro antes de unirse al estudio Lenfilm como asistente de director. Hizo su debút como director con Sedmoy Sputnik, coodirigia con Grigory Aronov en 1967. A lo largo de su carrera, varios de sus proyectos se enfrentaron a con problemas de pruducción o de oposición oficial; en 50 años solo logró completar seis películas, su última siendo Hard to be a God que debutó en el Festival de Cine de Roma en 2013. Trial on the Road de 1971 fue la película lanzó a la fama a German. Fue prohibida por 15 años y estuvo en "las repisas" del Ministerio de Cultura de la Unión Soviética hasta la fecha de su estreno en 1986 durante la época de Gorbachov. En 1987, en el Festival Internacional de Cine de Rotterdam, German, como director, recibió un premio KNF por sus tres películas: Trial on the Road, Twenty Days Without War y My Friend Ivan Lapshin.

Filmografia

  • 2013  — Hard to Be a God
  • 1998  — Khrustalyov, My Car!
  • 1986  —  Trial on the Road
  • 1985  —  My Friend Ivan Lapshin
  • 1977  —  Twenty Days Without War
  • 1968  —  Sedmoy sputnik


Festivales y Premios

  • 2013 Festival de Cine de Roma
  • 2014 Festival Internacional de Cine de Rotterdam
  • 2014 Festival de Cine de Londres
  • 2014 Festival de Cine de Cannes
  • 2014 Festival de Cine de Gotemburgo
  • 2014 Festival de Cine de la Riviera Maya
  • 2014 Festival Internacional de Cine de Vilna
  • 2014 Festival Internacional de Cine de Seattle
  • 2014 Festival Internacional de Cine de Karlovy Vary
  • 2014 Festival de Internacional de Cine de Nueva Zelanda
  • 2014 Festival de Cine New Horizons
  • 2014 Festival del Nuevo Cine de Montreal
  • 2014 VIENNALE
  • 2014 Festival Internacional de Cine de Mar del Plata
  • 2015 Festival de Cine de Belgrado
  • 2015 Festival Film Archives de Nueva York
  • Premios Nika: Premio a Mejor actor
    Mejor diseño de producción
    Mejor diseño de vestuario
    Mejor fotografía
    Mejor sonido
    Mejor director
    Mejor película.
  • Online Film Critics Society Awards: Premio OFCS a Mejor película extranjera Russian Guild of Film Critics: Premio White Elephant a Mejor fotografía
    Mejor diseño de producción
    Mejor compositor
    Mejor actor de reparto

Notas

«Más que una narración, ‘Qué difícil es ser un dios’ es una experiencia que entiende a los sentidos como un castigo. A lo largo de su filmografía, German construyó este brillante estilo, sólo comparable al de sus colegas rusos Andréi Tarkovski y Aleksandr Sokurov».
– Alonso Díaz de la Vega: El Universal

«Qué difícil es ser un dios’ es, en nuestros días y con mucha oportunidad, una cinta claramente política. Detrás de sus alegorías y su barroquismo excesivo, se hace patente el estado actual de sociedades occidentales».
– Carlos Bonfil: La Jornada

«Qué difícil es ser un dios propone una incómoda inmersión en la barbarie sin bombona de oxígeno: una obra mayor que pide (y merece) entrega incondicional».
– Jordi Costa: El País

«Cada toma es una visión de pandemonio: una composición en claroscuro sin fin en la que perros, gallinas, buhos y erizos aparecen en términos equitativos de desconcierto al de los humanos, quien también son semi-bestiales (. . .) un infierno anacrónico de desarrollo atrofiado».
– Peter Brawdshaw: The Guardian

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