With the intention of getting over her heroine addiction, Luisa travels from Mexico City to Los Tuxtlas, Veracruz. There, secluded from the outside and her problems, she intends to clean herself. She starts a friendship with Salomón, a local man who is a widowrd, alchoholic and marihuana addict, but who may help her cope once the drugs run out. Film made by a crew of seventeen people and with a limited budget, the debut fiction feature film by the young mexican director, who mixes professional actors and local people. A sleek stylistic excersise, in which the characters drama is followed by a sugestive and hesitant camera.
«Se puede sentir la brisa un sentimiento de soledad, misma que inunda cada plano en el que reluce la necesidad humana de relacionarse, de encontrar las cosas buenas en las pequeñas acciones(. . .) El filme nos presenta un final que da pie a plantearnos muchas preguntas con un sentir honesto por la empatía que generan sus personajes».
— Cine 2.0
«La idea de Paraísos Artificiales supone un juego de palabras que en un principio connota el estado mental –los paraísos– que los adictos crean al consumir la droga. Aquí Olaizola insertar estos paraísos artificiales en un paraíso natural (Los Tuxtla), una zona que si bien es pacífica y espléndida, no es sanadora; acotando esta idea encontramos la utilización de las constantes y hermosas panorámicas con las que la directora adorna el filme».
— Aurora Alejandra Lomelí Pérez
«Con atmosferas frías, grises, tristes, de permanente mutismo, la película logra apostar por un cine que se concentra en las emociones que causan, paradójicamente, la inmovilidad de los planos abiertos y de larga duración. Así, con pocos diálogos, se presenta el día a día de la protagonista y las experiencias en un lugar lleno de hastío y espera».
— Arantxa Sánchez: F.I.L.M.E Magazine