• «Este retrato de la vida rural dirigido por Yulene Olaizola posee una infinita capacidad de observación y tratamiento sutil en la descripción de ese inmovilismo geográfico y de los motivos que llevan a esos seres siniestros a cerrarse en banda frente al desconcertante avistamiento del exterior. Su conservadora narrativa y su escrupulosa puesta en escena, predominante al minimalismo de orfebrería, otorgan un estatus de implicación con ese anacrónico relato sobre el paso del tiempo y su latente amenaza hacia aquellos que no parecen preocuparse por él, ante la soberbia y la austeridad latentes».
    — F.J Guerrero: Cine Maldito

    «La narrativa está estructurada al rededor de la ausencia y el vacío. Se apunta seguido en dirección a la muerte. Es acerca de la soledad y la desesperanza. Un ejemplo excelente del cine «lento»».
    — Nadin Mai: The Art of Slow Cinema

    «Lo mejor de la película es la fotografía y el juego que realiza la directora al comparar Fogo con los habitantes de la isla, el detenerse en los detalles áridos del lugar, en los rostros enjuntos, en la soledad del paisaje y en la aún más mortal soledad de aquellos no están solos».
    — Irving Torres Yllán: CineNT